9 de marzo de 2016

Imagine


Quiero que pierdas ese vuelo. Y al saberlo sentir una extraña mezcla de alegría y culpabilidad. Volver a pensar hoy si existen las casualidades o si todo ocurre por o para algo. Quiero que siga siendo un misterio. Pero sólo un rato más. Después quiero que quedemos en el cruce oscuro de aquella calle. Buscarte. Encontrarte. Ponerme nerviosa al mirarte a los ojos.  Sentir que se para el frío tras un solo abrazo. Quiero escuchar tu voz y sentir que suena igual que en aquella canción. Meterme en tu cabeza y descubrir que tienes ese cerebro que el mío anda buscando.

Ahora quiero que te vayas en busca de tu próximo avión. Despedirte con un frío abrazo. Y mirarte con seguridad. Oír tu voz educadamente ajena diciendo adiós. Reírme de la casualidad. Volver a casa y escuchar aquella canción. Quiero sentarme a escribir lo que quiero, tal y como te prometí.

Y ahora quiero quedarme contigo antes de perder aquel vuelo, en un mundo irreal de frases sin voz que amenazan con cometer locuras a deshora. En el instante en que mi cordura empieza a aburrirse y a imaginar.



Quiero que pienses en un parque, con un Lago, un café en la mano e inventes un rostro y unos ojos a los que mirar. Quiero que creas en el destino de la casualidad, en la magia de los momentos de inminente final. Que dudes entre la cordialidad y el deseo de los abrazos.  Que imagines tu propio final.