24 de febrero de 2013

Desintoxicación





" El decir a un fumador en estado continuo de euforia que se está degradando equivale a decirle a un pedazo de mármol que está siendo deteriorado por Miguel Ángel, a un pedazo de tela que está siendo manchado por Rafael, a una hoja de papel que está siendo emborronada por Shakespere o al silencio que está siendo interrumpido por Bach" 
(Opium; Jean Cocteau)


Como de un sueño desperté.
Y al levantar el párpado clavé la pupila en mis pies
hundidos en un lodo denso.
Desperté de un largo sueño,
de un sueño profundo y enfermizo
donde todos los caminos eran rectos,
las montañas planas, los árboles secos.
Desperté blasfemando
por haberme rendido a los brazos de morfeo.
Por haber vivido en su maldito reino de espejos,
donde veo tu vida, la tuya y la mía.
Donde todo se repite.
Donde todo es un reflejo.

Y entonces desperté
Y  toqué mi piel caliente envuelta años en  aislante térmico.
Toqué mi pecho, cogí tu cuello, me ahogué mientras te ahogaba
y huí asfixiada a tocar el universo.
Y al tocar contaminé mi piel estéril con lágrimas y desechos
Me devoró la locura
y me llevé en las manos el olor del moho de antros viejos.
Y me lamí la sangre de heridas en mi inquebrantable cuerpo.

Y entonces desperté.
Y en  medio de mi vigilia me atacaron mil sueños
Desperté y soñé algo afilado  
que me hirió al rozarlo con la punta de los dedos.
Desperté y soñé contigo, punzante,
que te clavas hondo cuando caminas a lo lejos.

Y entonces desperté,
y al abrir los ojos, jodí todos mis sueños.


Para escuchar con los sentidos bien despiertos: