Hay ocasiones en las que algo o alguien te hiere (en realidad, detrás de algo siempre hay un alguien). Y a veces resulta difícil distinguir si te han herido el orgullo o el corazón. Porque supongo que el orgullo, en estado puro, no tiene nada que ver con el corazón. O sí…? No lo sé. Si es que no, supongo entonces que el orgullo reside en el cerebro. En mis clases de fisiología nadie me lo enseñó. Deberían hacerlo... Así que, si mi teoría es cierta debería distinguirse un dolor de cerebro de un dolor de corazón. Pero no es tan fácil. Ay, no sé!! Esto es como el tan referido malestar general cuando la gente va al médico, que duele todo y nada en concreto... Si el orgullo está en el cerebro entonces deberían haber inventado otro órgano con el que pensar, porque no se puede pensar con lo mismo que intentas descubrir si es lo que te duele, porque al final te acaba doliendo de verdad y entonces ya no sirve para pensar. Que alguien me separe la cabeza del tronco y me ponga un dolorímetro! Quedaría eternamente agradecida…
Hoy mi cerebro ha escuchado 700 veces: Kangpe (Nneka)
Imagen: foto al microscopio de una sección de cerebro con una tinción que marca mielina (eso que entre otras cosas nos permite pensar rápidamente, demasiado a veces...)
Algunas psicologías hablan del "ego" (como un falso "yo" que toma el control de nuestra mente). Ese "ego" está conectado con las figuras de la vanidad, el orgullo, etc. Al "ego" oponen algo así como una intuición que reside en nuestro "corazón" y que compone una verdad esencial, más profunda, de lo que somos, y que tiene que ver con el corazón de niño que todos tenemos, pero que a veces no sabemos proteger, ni cuidar para que pueda continuar guiándonos en la vida. En cualquier caso, creo que el "ego" (y sus trampas) puede constituir un nuevo factor a considerar en tu ecuación. No sé. Es un lío. Todos esos términos que utilizamos como conceptos son sólo figuras que oscuramente remiten a su objeto.
ResponderEliminarOrgullo y corazón acaban siendo la misma cosa...
ResponderEliminarEl corazón es un músculo que no duele y ¿ el orgullo ? en realidad fisicamente no existe.
Pero que no nos engañen ...SI QUE DUELEN !!!!
Ese alguien hace que te duela...
Pero más que el orgullo lo que duele es la confianza traicionada.
Hank, una lección magistral. Gracias. Pero siento decirte que me dejas como estaba... Diría que incluso más confundida... ;-)
ResponderEliminarOscar, bienvenido! Después de meditarlo un poco más voy llegando a la misma conclusión, creo que son la misma cosa, o distintas pero unidas inevitablemente. Y doler duele, sí, digan lo que digan.
Saludos.
Hola MC, leí el artículo el otro día pero no lo comenté porque no tenía ni idea de que comentar.
ResponderEliminarHaciendo honor al nombre de este blog, he estado aprendiendo y entre lo que he estado leyendo y vuestros comentarios sobre el orgullo, tengo que reconocer que estoy más liado que al principio, jeje.
Pero he aprendido que es la mielina y estoy entusiasmado con "el dolorímetro" aunque aún no entiendo bien los parámetros que utiliza. jeje. Sigo aprendiendo gracias a ti, y eso es algo que al menos a mí me entusiasma. Sigue instruyéndonos SIMPÁTICA.
A ver que te parece esto.
ResponderEliminarhttp://elazimutdemediodia.blogspot.com/p/aprendiendo-y-comprendiendo-con-mc.html
No, el corazón no es lo mismo que el orgullo. El corazón está conectado a la verdad y al bien. El orgullo, no. Sabemos diferenciarlo, pero no queremos. Nos cuesta reconocerlo (por el ego).
ResponderEliminarMiguelón, yo también sigo liada, más que al principio, aunque me encanta haber generado una discusión sobre el tema. Siempre está bien meditarlo aunque no lleguemos a ninguna conclusión. Un par de cosas: la mielina, un mundo apasionante!!! y el dolorímetro, algún día existirá y nos ahorraremos en este país muchas bajas laborales... Y por último, me encanta que tu meditación te ha haya llevado hasta una canción, ya sabes de mi pasión por esas cosas...así que me ha gustado mucho. Y sí que se aproxima... Y me encanta esa frase de "el corazón tiene razones que la razón no entiende". Cierto y mejor resumido imposible. Gracias por colaborar en el aprendizaje. Es un enorme placer tenerte por aquí!!
ResponderEliminarHank, eso sí que es una ayuda... Te leo tan convencido que me lo creo y todo. Partiré de esas premisas como verdades absolutas para ver si me aclaro un poco más. Pero de verdad crees que sabemos diferenciarlo pero no queremos??? Eso ya no me convence tanto....
ResponderEliminarYo sí que aprendo contigo... Gracias!!
Siento haber dado la impresión de estar convencido. Porque la verdad es que no sé muy bien de lo que hablo. A veces soy muy rotundo, lo siento. Pretendía sólo dar una explicación, un relato si lo prefieres, sobre la relación corazón-orgullo.
ResponderEliminarSigo con mi suposición. En el fondo, muy en el fondo de nosotros, en el lugar donde reside cierto grado de bondad y de sabiduría que, llegada cierta edad, tenemos que haber sabido adquirir, en ese lugar, sabemos la diferencia. Pero las trampas que nos tiende el "ego" (o el "orgullo" si prefieres) son muchas y muy variadas. Todas con el fin de culpar siempre a los demás. Simplificaré aún más: el corazón no puede ser herido o no tiene importancia que lo hieran: porque la misión del corazón es siempre dar, pase lo que pase...
Esa última frase ya me ha quedado mucho más clara. Buena síntesis.
ResponderEliminarReordenaré toda la nueva información y me pondré de nuevo a pensar. No sé si llegaré a alguna conclusión, pero, aprender, estoy aprendiendo...
Gracias!