16 de noviembre de 2011

Ojos que no ven...


No me digas que es verano
si no puedo salir a pasear.
No me cuentes lo que podría haber sido
si sabes que nunca lo será.
No me hables de lo bello que es por dentro
si no vas a dejarme entrar.
No quiero saber lo que guardas
por simple curiosidad.
Ni quiero saber qué te falta
si nunca te lo podré dar.
No me ofrezcas papeles
que no puedo interpretar.
Ni me pongas en escenas
que no tienen final.
Dime que es invierno
y que nunca más amanecerá.
Que no guardas nada dentro,
ni te falta nada más.
Dime que todos se fueron
y ya no queda nadie a quién esperar.



El título que hoy rescaté y no con poco sentido, me inspiró:


4 comentarios:

  1. Querer comprender. Querer que algunas personas se comporten como nosotros creemos que debería comportarse una persona. Desdoblarnos al escribir: lanzamos peticiones sabiendo que no van a ser escuchadas y, a la vez, somos conscientes de ello. ¿No es una forma de continuar habitando en un mundo "mágico" y "encantado"? Supongo que eres consciente de que las bellas palabras que has escrito en verso no van a modificar nada, aunque te sirvan de desahogo, pero, ¿no estás arrojando, de alguna manera, un mensaje en una botella al mar de los naufragios, no intentas un impotente ensalmo?
    Perdona si te parece mal que haya cruzado historias, narraciones, comentarios... Era por continuar el diálogo...

    ResponderEliminar
  2. Las mentiras más crueles son dichas en silencio....

    ResponderEliminar
  3. Hola de nuevo Hank!
    Mi mensaje es que a veces es mejor no saber, no ver, no oir. Creo que a veces es preferible lamentarse de no tener algo, a saber que lo tienes, verlo, y saber que no puedes disfrutarlo.
    A veces cuando uno escribe no hay ninguna intención, ni petición y sí quizá un poco de imaginación y de dejarse llevar por las palabras. Y justo por eso es que sí (llevas razón); las palabras en verso surgen porque en cierto modo habitamos a ratos un mundo mágico y encantado. (El real es más feo y saldría una prosa horrible ;-)
    Un saludo

    ResponderEliminar
  4. Oscar, totalmente de acuerdo. Pero sabes qué?? Que quizá lo contrario de las mentiras crueles son las mentiras piadosas. Y esas a veces deberían decirse a voces. (Yo soy partidaria de las mentiras piadosas, casi siempre...)
    Un abrazo y gracias por ser tan "tajante", en el mejor de los sentido, como siempre...

    ResponderEliminar