26 de enero de 2014

"Desinventando"



De repente algo te hace retroceder. Dar un salto hacia atrás. Y cuando intentas ver en qué punto estás, da igual… Sólo miras hacia adelante y te preguntas cómo demonios pudiste haber llegado tan lejos hace tan sólo unos instantes.

Leer en diagonal es una de mis manías. La manía de ir rápido y a saltos por la vida. De querer saberlo todo leyendo tan sólo la palabra más atractiva de cada frase.  Pero a veces no funciona. Y tras un par de páginas te das cuenta de que no entendiste nada. Algo importante se te escapó. Y hay que dar marcha atrás…  

Y quien no sabe leer, suele escribir mal.  Siempre me gustó escribir compulsivamente. E impulsivamente. De forma casi incoherente.
Pero a veces, aún con el cerebro hirviendo lleno de frases que quieren salir, frenas y piensas en cómo crees que será el final. Y te das cuenta de que hay párrafos que no encajan. Frases escritas tan rápido que ahora no sabes cómo continuar.

Podría tratar de buscarles sentido.
O quizá borrarlo todo y admitir que me equivoqué. Que quien escribe rápido ha de parar de vez en cuando tranquilo y releer. Que nunca es buena idea leer en diagonal. 


Hoy toca música sin letras:

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